¡Hola!

La inteligencia artificial está metiéndose en todos lados. En la música, en la escritura, en la medicina… ¡y también en microbiología!

Ahora dime, ¿ya usaste ChatGPT?

Yo sí. Y no solo para trabajo. Te cuento:

Para decidir qué cocinar
Abro la heladera, veo ingredientes sueltos y en vez de resignarme a otro sándwich, le pregunto a ChatGPT. Resultado: una receta nueva que no se me habría ocurrido.

Para no perder información
A veces leo algo fascinante… y luego, ¡puf! Olvido dónde lo vi. Le describo lo que recuerdo a ChatGPT y me devuelve la fuente como si fuera mi memoria auxiliar.

Para planificar un viaje en minutos
Le di los destinos y días de mi viaje, le conté los gustos de mi familia y en segundos me armó un itinerario detallado. Sin perder horas en foros y blogs.

Pero aquí viene la gran pregunta…

¿Qué pasa con la IA en microbiología?

¿Podría ayudarte a mejorar diagnósticos? ¿A agilizar procesos en el laboratorio? ¿O más bien representa un riesgo?

En MicroClinUy podcast, nos pusimos a prueba y analizamos dos artículos que enfrentan a la IA con la microbiología clínica:

[Episodio 65:ESCMID vs. ChatGPT: Duelo de Conocimientos en Microbiología Clínica]
[Episodio103: Modelos de Lenguaje en el Laboratorio: ¿Aliados o Riesgo para el Diagnóstico?]

Si alguna vez te preguntaste qué tan bien responde la IA ante casos complejos, estos episodios te van a interesar.

Será: ¿aliado o amenaza?

Verónica
MicroClinUy

P.D.: Como decía Asimov, “La verdadera alegría de la IA no es que piense por nosotros, sino que nos ayude a pensar mejor”.